Dublín es una ciudad relativamente pequeña e íntima. A pesar de su reducido tamaño, cuenta con una densa red de transportes que facilita mucho su visita.
Recomendamos desplazarse principalmente a pie, sobre todo por el centro de la ciudad, para admirar sus monumentos y su arquitectura, pero si necesitas agilizar y simplificar tus desplazamientos, hay varias alternativas.
El aeropuerto de Dublín está situado a 13 km de la capital, en el norte. Varias compañías de autobuses ofrecen conexiones con el centro de la ciudad. El trayecto es de diez kilómetros (seis millas y media) y tardarás al menos 20-30 minutos, dependiendo del tráfico.
El autobús Dublin Express es el medio de transporte más utilizado para ir y volver del aeropuerto de Dublín al centro de la ciudad, ya que es el autobús directo más rápido: tarda aproximadamente 20-30 minutos en llegar al centro, dependiendo del tráfico y de la parada.
Dublin Express ofrece dos rutas exprés entre el Aeropuerto de Dublín y el centro de la ciudad, la Ruta 782 y la Ruta 784. La Ruta 782 cubre la zona norte de la capital, mientras que la Ruta 784 da servicio a la zona sur de Dublín.
Un servicio similar ofrece Aircoach, que además de conectar el aeropuerto con varios lugares del condado de Dublín, también tiene una línea directa con el centro de la ciudad: el autobús 700, que circula las 24 horas del día entre el aeropuerto y el centro de la ciudad.
Las principales paradas son Drumcondra (Quinns Pub), O’Connell Street (Gresham Hotel) y Trinity College / Grafton Street, tanto hacia el centro como hacia el aeropuerto.
Por último, la forma más barata de llegar al centro desde el aeropuerto de Dublín es coger uno de los autobuses públicos Dublin Bus. Obviamente tardan más que la línea Exprés haciendo todas las paradas, pero pueden ser útiles sobre todo si te diriges a una zona más periférica.
Las rutas 16 y 41 son las que suelen interesar más a los turistas: tardan 1 hora en llegar al centro de la ciudad, con paradas estratégicas en O’Connell Street y Parnell Square cada 10 minutos.
La Leap Visitor Card es una práctica tarjeta recargable de prepago que permite el acceso ilimitado al transporte público de Dublín:
Por tanto, esta tarjeta turística está diseñada específicamente para viajeros con poco tiempo: podrás viajar sin límites por toda la red de transporte durante el periodo de tiempo seleccionado.
Utilizar la Leap Visitor Card es muy sencillo: selecciona el periodo de tiempo que se adapte a tus necesidades, compra la tarjeta en uno de los puntos de venta o por Internet, valídala la primera vez que la utilices y tendrás una herramienta perfecta para moverte rápidamente por la ciudad.
Formatos disponibles:
La tarjeta se activa la primera vez que se utiliza, directamente en el transporte público elegido, utilizando los dispositivos magnéticos de validación Validator: los encontrarás en el interior de los autobuses, en las entradas de las estaciones Dart o en las paradas Luas.
Si te das cuenta de que has elegido una duración inferior a la que realmente necesitas, siempre puedes recargar tu Leap Visitor Card más adelante comprando una recarga de 24 o 48 horas adicionales.
La tarjeta se puede comprar en el centro de la ciudad, pero te recomendamos que la actives directamente a tu llegada al aeropuerto de Dublín para aprovecharla al máximo.
Aeropuerto de Dublín:
Centro de la ciudad:
No siempre un abono con acceso ilimitado al transporte público es la solución ideal para todo el mundo. Depende del uso real que pretendas hacer de la red de transportes.
Antes de comprarlo, te recomendamos que hagas un cálculo de cuánto transporte crees que vas a necesitar: desde tu llegada a Dublín hasta tu regreso al aeropuerto, teniendo en cuenta las atracciones y lugares que piensas visitar y cómo piensas llegar. Una vez que hayas calculado los costes de las rutas individuales, podrás evaluar la conveniencia real de la Leap Visitor Card.
Si eres un gran andarín y caminas sin problemas, por ejemplo, puede que no la necesites en absoluto y sería una compra completamente inútil.
Las conexiones de autobús en Dublín son eficaces y amplias, pero su uso no siempre es el más sencillo y fácil de entender para los turistas. Vamos a aclararlo, para ayudarte a entender cómo funcionan y qué soluciones tienes a tu disposición.
DublinBus es la empresa que gestiona los autobuses urbanos que circulan por el área metropolitana de Dublín y que son fácilmente reconocibles por el color amarillo y azul de sus libreas. Casi todos son autobuses de dos apartamentos, ofrecen wi-fi gratuito a bordo y circulan desde las 06.00 de la mañana hasta las 23.30 aproximadamente.
En Dublín, el sistema de venta de billetes de autobús es muy diferente del español y un turista puede encontrarse realmente abrumado y en apuros. De hecho, no puedes comprar el billete por adelantado, no hay tarifas estándar cronometradas, sino que cada billete equivale a un solo viaje y todo el procedimiento de compra debe repetirse para cada viaje. Esto significa que el precio del bille te se calcula en función de la distancia recorrida, el número de paradas y la zona a la que te diriges.
¿Cómo desplazarse entonces? Una vez a bordo, tendrás que indicar al conductor del vehículo la parada a la que llegas (o la calle/zona a la que te diriges) y él te calculará la tarifa correspondiente. En este punto, tendrás que pagar sólo con monedas, utilizando las maquinitas que hay junto al conductor. No se aceptan tarjetas de crédito ni pagos electrónicos.
Te recomendamos que lleves monedas de otra denominación, ya que ni la máquina ni los conductores pueden darte cambio y tendrás que ir a la oficina central de Dublinbus, en O’Connell Street, con tu recibo para obtenerlo.
Calcular el precio final de un billete de autobús en Dublín no es muy fácil: varía en función de la distancia, es decir, del número de paradas y de la zona de destino, ya sea el centro de la ciudad o las afueras. También depende de las «etapas», que serían las distintas zonas en que se divide el término municipal de Dublín: 1-3, 4-13 y más de 14.
Para que te hagas una idea, el coste de un billete de autobús oscila entre 0,75 y 3,30 euros por trayecto.
Hay varios abonos de autobús, los más adecuados para los que piensan quedarse mucho tiempo, por ejemplo, por estudios o trabajo.
Para turistas y visitantes, el método más cómodo es sin duda la tarjeta recargable Leap Visitor Card, con la que puedes ahorrar entre un 15 y un 20% en el precio de un viaje en autobús, tranvía Luas y tren DART.
Para ayudarte a organizar tus viajes por Dublín, puedes utilizar el sitio web DublinBus o descargarte la App DublinBus.
La aplicación móvil es muy útil: puedes consultar en tiempo real el tráfico en la línea, los posibles retrasos, comprobar las paradas y el coste de los trayectos, localizar el horario y encontrar la solución más adecuada buscando por número de parada, número de autobús o dirección de la parada.
Los autobuses de Dublín dejan de funcionar hacia las 11 de la noche. Sólo quedan en circulación los Nitelink, o autobuses nocturnos. Estos autobuses funcionan desde las 00.00 hasta las 04.00 de la madrugada, aproximadamente cada 20 minutos. Ten en cuenta que no todas las líneas operan servicios nocturnos.
¿Cómo reconocerlos? Los autobuses diurnos simplemente cambian de nombre añadiendo una «n» al número correspondiente, por ejemplo, el autobús número 25 se convierte en 25n. Una forma fácil e inmediata de reconocerlos.
Los autobuses «Hop-on Hop-off» son vehículos diseñados para los turistas: hacen recorridos turísticos por la ciudad y paran delante de cada atracción importante.
Los billetes para estos autobuses son una valiosa herramienta para todos aquellos que disponen de poco tiempo y no les gusta caminar. Según el tipo elegido (1, 2 ó 3 días), permiten un uso ilimitado de los autobuses: te bajas donde quieras, visitas la atracción, vuelves a subirte y te diriges a tu siguiente destino.
Además del transporte, algunos billetes incluyen descuentos para la entrada a las principales atracciones turísticas y la conexión con el aeropuerto de Dublín.
La red de autobuses de Dublín se complementa con dos líneas de tranvía, una especie de tren ligero de superficie que conecta los principales puntos de interés de la capital irlandesa.
Las dos líneas circulan cada 4 minutos en hora punta y cada 15 minutos en otras horas del día, y funcionan hasta las 00.30, excepto los domingos y festivos, en que terminan de circular a las 23.30.
La Línea Verde va de Broombridge a Brides Glen. El tramo de mayor interés turístico es el que va de St. Stephen’s Green a Sandyford, por las atracciones turísticas a las que se puede llegar.
En cambio, la Línea Roja conecta Saggart con The Point. Las paradas más utilizadas por los visitantes están entre Connolly y Smithfield, aunque la prolongación hasta la zona de Docklands es uno de los espacios públicos más vibrantes de la ciudad, lleno de bares, restaurantes y jardines.
A diferencia de los autobuses, los billetes Luas pueden comprarse por adelantado, en efectivo o electrónicamente, en las máquinas expendedoras que hay en todas las paradas de tranvía o en las tiendas que exhiben el cartel de «Agente de billetes Luas».
Puede ser conveniente comprar un Billete Flexi: una tarifa diaria única para todas las zonas. Por otro lado, los abonos de 1, 7 ó 30 días permiten un uso ilimitado con tarifas diferentes según el número de zonas por las que pases:
Obviamente, estos tipos de abonos son más adecuados para quienes permanecen largas temporadas en la ciudad o para quienes se alojan lejos del centro de la ciudad y tienen que recorrer la misma ruta cada mañana (y cada tarde) para visitar Dublín.
Dublín también cuenta con un servicio de trenes eléctricos conocido como DART (Dublin Area Rapid Transport): conecta las distintas localidades costeras desde Howth y Malahide, los puntos más septentrionales, hasta Bray y Greystones, en el sur de la capital. Sale de Connolly Station, Tara Street, Pearse Street y Lansdowne Road: las paradas más convenientes para los turistas son Connolly Station y Pearse Street, al norte y al sur del Liffey.
Es un cruce entre metro y tren de cercanías que circula a nivel de calle o por vías elevadas, y conecta el centro de Dublín con las afueras.
Utilizar el Dart es muy sencillo: como los trenes normales, sólo hay dos direcciones. En dirección norte hacia Malahide/Howth (dirección norte) o en dirección sur hacia Bray/Greystones (dirección sur).
Encontrarás el mapa Dart tanto en las estaciones como en el interior de los vagones, que tienen una pantalla que anuncia la próxima parada. Todas las indicaciones están escritas tanto en inglés como en gaélico.
Los trenes son muy frecuentes en hora punta, aproximadamente cada 15 minutos, y están enlazados con muchos autobuses.
A diferencia de los autobuses, los billetes Dart se pueden comprar cómodamente en las máquinas que hay dentro de las estaciones de tren, en efectivo o con tarjeta de crédito/débito. El procedimiento de compra es sencillo: sólo tienes que indicar las estaciones de salida y llegada, el tipo de billete que deseas y el número de pasajeros.
Puedes elegir entre billetes de un solo viaje o billetes de uso ilimitado para 1, 3 ó 30 días:
Una forma fácil e inmediata de sacar el máximo partido a Dart es la aplicación oficial ( Irish Rail), disponible tanto para Android como para iPhone.
En tiempo real puedes obtener toda la información actualizada sobre horarios de trenes, retrasos o averías, lista de todas las estaciones, cambios en la ruta y posibles rutas alternativas a pie y en transporte alternativo. Además, la aplicación proporciona la identificación de las estaciones más cercanas en función de tu ubicación actual, una función muy útil sobre todo si no has planificado tu día con antelación.
Dublín cuenta con una increíble concentración de taxis, casi 13.000. De hecho, es un medio de transporte muy popular tanto para los turistas como para los residentes de la capital irlandesa, gracias también a su bajo coste.
Para que te hagas una idea aproximada, un trayecto dentro del centro de la ciudad puede costar entre 5 y 10 euros, mientras que para un trayecto aeropuerto-centro el precio oscila entre 20 y 30 euros.
Hay muchas compañías de taxis en Dublín. El método más fácil y sencillo es acercarte al arcén y levantar la mano para llamar a un coche libre, o ir a las paradas de taxis designadas, donde puedes esperar pacientemente tu turno cuando llegue el primer taxi disponible.
Si, por el contrario, estás en el aeropuerto, tendrás que ir a la parada especial de taxis situada en las llegadas de las terminales 1 y 2: unos carteles te indicarán la cola que tienes que esperar para acceder al coche.
En caso de que necesites reservar un taxi con antelación, la mejor forma de no tener problemas para elegir la compañía y hablar por teléfono es utilizar una cómoda aplicación.
Mytaxi y Lynk son las aplicaciones más utilizadas y populares: te permiten reservar un coche el día y a la hora que elijas en sólo unos minutos, pagar online con tarjeta de crédito, comprobar su ubicación mientras esperas, recibir un mensaje de texto notificándote su llegada e incluso hacer una reseña del taxista.
Calcular el precio final de un trayecto, especialmente para un turista, puede llegar a ser muy complicado: hay múltiples impuestos adicionales que pueden aplicarse en el momento o según las circunstancias y franjas horarias.
Cada pasajero adicional paga 1 euro, 1 niño menor de 12 años no paga, pero si hay 2 niños menores de 12 años, se cuentan como 1 adulto.
Por otra parte, reservar un taxi electrónicamente (correo electrónico, teléfono, mensaje de texto) conlleva, lamentablemente, un cargo adicional de 2 euros.
Por último, la Tarifa Premium es el cargo adicional que se cobra en días especiales y a determinadas horas, a saber:
Si piensas pagar con tarjeta de crédito al conductor, compruébalo cuidadosamente antes de aceptar el viaje: no todos los coches están equipados con TPV a bordo.
Como alternativa, puedes pagar en efectivo o mediante pago electrónico a través de la aplicación utilizada en el momento de la reserva.
Decidir visitar Dublín en bicicleta puede ser una idea divertida: la ciudad es toda llana y los carriles bici se han ampliado y renovado recientemente. La única precaución: ¡comprueba el tiempo!
Dublinbikes es el sistema de bicicletas compartidas que cuenta con más de 100 estaciones en toda la ciudad de Dublín.
Su funcionamiento es muy sencillo: utilizando tu Leap Visitor Card o comprando un billete de 3 días (el más barato para los turistas) en las estaciones Dublinbikes con lector de tarjetas de crédito/débito, tienes que introducir tu PIN y tu DNI (que te facilitarán con el billete) y seleccionar una bicicleta disponible en la pantalla.
A continuación, dispondrás de 60 segundos para pulsar el botón de desbloqueo del soporte de la bicicleta elegida. Tras pulsar el botón, necesitarás 5 segundos para retirar la bicicleta del soporte.
Cuando hayas terminado tu recorrido en bici, sólo tienes que localizar la estación más cercana con soportes disponibles y devolver la bici, asegurándote de que está bien bloqueada. Recuerda que debes oír 2 pitidos y ver una luz verde: son las señales de que la bici se ha devuelto correctamente.
Las bicicletas pueden alquilarse diariamente entre las 05.00 de la mañana y las 00.30 de la noche durante un máximo de 24 horas consecutivas. Ten mucho cuidado de no sobrepasar este límite, de lo contrario se te cargarán 150 euros en la tarjeta con la que hiciste el pago.
Los primeros 30 minutos son gratuitos, después se cobra una tarifa en función del número de horas de uso. Haz clic aquí para ver el plan de tarifas completo.
Las bicicletas son adecuadas para mayores de 14 años y, lamentablemente, no hay posibilidad de añadir sillitas para niños pequeños. Todas las bicicletas están equipadas con
Para conocer la oficina de alquiler más cercana y la disponibilidad de vehículos, te recomendamos que te descargues la aplicación Dublinbikes, disponible tanto para Android como para Iphone: se llama Just Eat dublinbikes.
Conducir un coche en el centro de la ciudad puede ser un infierno: tráfico perenne, aparcamiento gratuito casi inexistente, multas cuantiosas y bloqueo de las ruedas de los vehículos aparcados. Sólo los domingos, o entre semana después de las 7 de la tarde, quedan libres las plazas de aparcamiento con líneas amarillas.
Sin embargo, alquilar un coche en Dublín y luego salir a explorar el resto de Irlanda es sin duda la solución ideal y la más recomendable para disfrutar plenamente de los atractivos que ofrece la isla. Te recomendamos alquilar un coche en cuanto salgas de la capital, para no tener que lidiar con las molestias de conducir en el tráfico de Dublín. El aeropuerto es sin duda el lugar donde se alquilan más coches, pero también encontrarás varios puntos de alquiler en la ciudad.
Si te sobran unos días durante tu estancia en Dublín, puedes plantearte hacer algunas excursiones por el resto de Irlanda, obviamente destinos a los que se puede acceder fácilmente en un día.
No todo el mundo se siente con fuerzas para alquilar un coche, pero también puedes recurrir a agencias especializadas que organizan excursiones de un día a lugares no demasiado lejanos pero estupendos de visitar. ¿Algunos ejemplos? Los Acantilados de Moher, los más famosos de Irlanda, el Parque de las Montañas de Wicklow y la Mansión Powerscourt o los yacimientos arqueológicos de Newgrange.
La City Card le permite ahorrar en transporte público y/o entradas a las principales atracciones turísticas.
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